Muchas veces buscamos la inspiración donde no la hay, buscamos un vuelvo al corazón que nos diga que esa es la persona indicada, buscamos la felicidad plena...pero deseamos tantas cosas que al final nunca encontramos nada. No, no digo que ser ambiciosos sea malo, simplemente hay que saber qué es lo que realmente queremos, saber qué es lo que necesitamos.
He aprendido que la vida se puede terminar en un suspiro, que hoy estamos pero mañana quién sabe. Ser joven o mayor no te impide disfrutar de la vida y vivirla como si fuese el último día porque da igual la edad que tengas, ¿acaso los niños no disfrutan todos los días? En realidad, nunca perdemos ese niño que un día fuimos. Pero si lo haces algún día, solamente haz memoria y hazte esta pregunta: qué prefieres...¿ser feliz y vivir la vida o llevar una cadena que te arrastre la vida? Y sí, ya sé que la respuesta es muy fácil y decirlo también pero inténtalo. Hasta que no lo hagas no lo sabrás si perdiste o ganaste la batalla.
Te recomiendo que ames, sueñes, rías, cantes, disfrutes y seas feliz pero sobretodo que vivas. Tienes la oportunidad de deleitarte con ella, porque tienes el mayor regalo que una persona puede tener y que por desgracia otras no lo poseen: vida. Apreciala, tratala bien aunque ella no lo haga, porque solo hay una y esta vez no hay segundas oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario