Elige tu idioma

domingo, 13 de diciembre de 2015

Carta a un ángel

Desde el 13 de diciembre de 2013 sin ti... 

Noche de fútbol y me acuerdo de ti.
Me acuerdo de aquellos sábados y domingos de charlas interminables, picándonos el uno al otro, cada uno defendiendo a su equipo pero riéndonos siempre. Yo era una simple aficionada a la que le encantaba picarte, tener ese pequeño momento en el que solo estuviéramos tú, yo y nuestro tema preferido: el fútbol.
Hemos tenido tantos momentos y tantas conversaciones, y he aprendido tanto de ti, que soy una afortunada. Hace dos años que esas conversaciones terminaron pero mi sueño sigue intacto. Tu fuiste el primero que me apoyo; incluso, el que me empujo a luchar mas fuerte por mi sueño y hoy, entre lágrimas, de tristeza y de felicidad, te quiero dar las gracias. No tuve tiempo para hacerlo, pero desde aquí abajo lo hago, deseando que ahí arriba me veas triunfar y te sientas orgulloso de mi como antes lo hacías, ¿te acuerdas de aquella noche en uno de los partidos del mundial de 2010? Estábamos en el pueblo, en el bar de siempre, tú, unos amigos y yo, me fui un momento y cuando volví oí a tus compañeros como decían '¿cómo sabe tanto de fútbol?', 'cómo se acuerda de cada jugada,es increíble'...y te oí como hacías galardones sobre mi. ¿Y te acuerdas de las vacaciones? Todas las mañanas ibas al quiosco a comprar el Marca y yo solamente leía la parte de mi equipo preferido (FCB) pero me enseñaste que si quería ser periodista no podía hacer eso, tenía que ser objetiva. Debía leer todo el periódico aunque no me interesase, necesitaba estar informada.
Fuera parte del fútbol, me enseñaste lo que es la buena música. Todavía me acuerdo de aquel juego que nos inventamos un verano cuando todavía se utilizaba el mp3 y tu estabas con los cascos y empezaste a tararear una canción y te pregunte si era una que tenia en mente y efectivamente, no lo era, luego comenzó el pique por las canciones. Asimismo inolvidables aquellos paseos en verano, con nuestra canción a todo volumen y nosotras asomadas por el techo solar...
Mas ya no es solo lo mencionado anteriormente, es todo. Sí, todo. Me enseñaste como se puede llegar a ser de cabezón, o pasota o incluso un poco vago, porque no todo en esta vida es bueno y menos en una persona, todos tenemos algo malo. Todos tenemos nuestro demonio y nuestro ángel.
Ahora, me paro a pensar y no puedo quedarme con ningún momento en concreto y solamente puedo rendirte homenaje de esta manera, haciendo lo que mas me gusta: escribir.
Te quiero.
PD.: Te echo de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario