Todos hablan para callar

Todos hablan. Llegan rumores a mis oídos pero hago caso omiso. La gente acostumbra a hablar más de la cuenta, a correr los rumores como la pólvora sean o no verdad, sin importar a quien o como puedan afectar a otras personas. Qué decir de todas las discusiones que han provocado los rumores generados por la gente, algunos por hacer sentir mal a otras personas, otros muchas veces por simple aburrimiento. ¿Qué necesidad hay? ¿No tienen suficiente con su vida? ¿Por qué fastidiar a una persona feliz? Muchas veces las personas al ver la felicidad de otras y cómo su vida no va hacia ningún lado o se desmorona, decide fastidiar, bueno...más bien, joder la de los demás. A esas personas que son atacadas por gente ingrata decirles que sean fuertes y que se hagan inmunes a esos comentarios. Los que te quieren, estarán y confiarán en ti. Los que no, mejor que se vayan porque lo único que harán será perjudicarte.

Todo está en ti

Hay cambios que son necesarios. Hay cambios que asustan. Hay cambios que favorecen. Hay cambios que sin embargo, no sientan nada bien. Hay cambios que los buscamos y otros que vienen solos. Hay cambios con los que arriesgamos y ganamos y otros con los que perdemos pero aprendemos. Hay cambios en la vida que pueden llegar a ser instintivos pero que si no los haces no sabrás que ocurrirá. Hay cambios es lo que hay que dejarse llevar, hacer caso al corazón. Otros en los que necesitas a tu cabeza. Hay cambios que no serias capaz de hacer sin esa persona y personas con las que no puedes ser tú. Hay cambios que te cambian. Hay cambios que te necesitan y otros que necesitas tú. Pero hay una persona que necesitarás para realizar esos cambios sin importar las consecuencias, sin importar lo que digan, importando tu felicidad.

Diez minutos, mil historias.

Voy dirección de mi casa, estoy hambrienta y tengo sueño. Ha sido una mañana relajada a pesar del trabajo y me siento realizada conmigo misma. Por fin ha llegado mi momento de relax, de evadirme de todo, sumergirme en mis pensamientos y observar. Mis oídos se zambullen en la música y comienzan las historias, una tras otra.

La primera comienza con la típica señora que tengo frente a mi. Lleva un jersey de lentejuelas, pantalones con brillantina y botines bajos con unos calcetines que sobresalen hasta los tobillos. Se dispone a leer una revista de prensa rosa mientras con cara de sorprendida continua leyéndola. Curiosamente la misma disposición de asientos a mi izquierda, pero en este caso ambas realizan la misma acción, la cual corresponde con la de la primera señora que esta junto a mi. También puedo observar a una mujer hablando con un hombre, puedo ver la cara de ella, cansada, parece evadirse de la conversación, simplemente asiente mientras toquetea su anillo, probablemente este nerviosa o preocupada. 

Anuncian mi próxima parada y se terminan las historias dentro del vagón pero continua mi historia, fuera, en dirección a mi casa. Son tantas las personas que vemos al día e inexplicables e innumerables las historias que somos capaces de imaginar y crear. 

Hasta pronto queridos desconocidos. 

Firmado: una pasajera más de un vagón de tren cualquiera.