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jueves, 28 de enero de 2016

Primer día...¡superado!

Seamos realistas y hagamos lo imposible

Hoy he dado comienzo a mi nueva rutina diaria. Estuve meditando durante un tiempo largo, bastante largo, sí, para que mentir, comenzar a dedicarme al menos una hora al día a mí y a mi salud.
Os estaréis preguntando de qué se trata, pues bien; la historia comienza tras haber estado durante cuatro años de médico en médico por muchos y diversos dolores en la rodilla izquierda. Por suerte, no me han tenido que operar pero siguen sin encontrar el foco del dolor o la causa concreta de mi molestia, así pues, decidieron mandarme a rehabilitación durante un mes, tras haberla terminado me recomendaron continuar haciendo los diversos ejercicios en casa y andar bastante. He de reconocer que los ejercicios, no los hago todos los días por el simple hecho de que me da pereza (si no tengo ninguna escusa válida) estar tumbada en la cama haciendo presión en la rodilla o coger una bolsa de kilo de garbanzos o alubias para hacer pesas con ella.
Pero mis dolores se habían calmado gracias al pequeño tiempo de tratamiento muscular que estuve realizando y pensé que algo en mi vida debía cambiar, por lo tanto, me propuse hacer un recorrido de 3 kilómetros sobre terreno llano para probar mi rodilla e intentar hacerlo continuadamente para ver si iba evolucionando o simplemente si notaba algo de mejoría.
Por todo ello, hoy he comenzado. Y puedo decir que lo he logrado exitosa-mente. Es verdad que he sentido alguna que otra molestia, como es normal, pero me he sentido bien, ya no solo físicamente si no personalmente me he sentido realizada y orgullosa de mi misma. Ese pequeño rato me ha servido para conocerme más a mí misma, despejarme, relajarme y pensar. Aún más importante poder desconectar de las redes sociales.
Porque por muy lejos que esté la meta nunca hay que rendirse, recuerda que no hay imposibles que valgan, que lo único que cuenta son las ganas que tengas de conseguirlo.

viernes, 22 de enero de 2016

Amor de película


'Me das el elixir que hay en tus besos y la frescura de tu aliento, la fuerza para respirar, serás ese algo profundo, algo secreto que no se olvida con el tiempo y no habrá principio ni final...'

Y entonces ocurrió como en las películas, acababa de darme un beso y yo corrí, corrí lejos. Pero no lo suficiente, él consiguió alcanzarme abrazándome por la espalda. Sentía en mi oído su respiración acelerada. Mis ojos cerrados sintiendo el cálido de sus brazos, era una sensación única, me sentía protegida, estaba segura. Me dio la vuelta, pretendía volver a besarme pero esta vez no le iba a dejar. Comencé a dar pasos hacia atrás, sabía que en algún momento él iba a tener que sujetarme para que no me cayese, pero fue una barandilla la que me frenó. Entonces, se fue acercando muy poco a poco a mi, nuestras pulsaciones se aceleraban cada vez más hasta que su nariz choco con la mía. En aquel momento, se detuvo el tiempo, solo estábamos él y yo; yo y él; nosotros. Cerré los ojos intentando parar el mundo y lo hice, detuve nuestro pequeño universo.
Un instante fue necesario para comprender lo que era la felicidad, lo que es vivir sin miedo, lo que es disfrutar de la vida, lo que es el amor.

sábado, 16 de enero de 2016

Yo, sí, yo.

Se me ocurrió el título y decidí ponerme a escribir.
La mayoría de las veces no encuentro la manera de plasmar todo lo que se me pasa por la cabeza, 'tengo que escribir una entrada en el blog' pienso y aquí estoy, sentada frente a mi ordenador, a oscuras en mi cuarto, con una sola vela encendida mientras la música y los pensamientos invaden mi mente. Habrá que comenzar, ¿no?
Suena mi nuevo descubrimiento y justamente este fragmento: '...Y aunque las cosas con el tiempo no se olvidan, voy a estar mas alerta, más tiempo conmigo. Que cada vez soy mas consciente que la vida sin darnos cuenta se consume en un suspiro...' (Siendo Uno Mismo, Manuel Carrasco). 
Quiérete, hazlo, pero de corazón. Porque cuando comiences a hacerlo, podrás querer a los demás de verdad. No se trata de ser más que nadie, se trata de ser uno mismo, de no cambiar dependiendo de con quién estés porque no tienes que demostrarle nada a nadie, simplemente a la persona que le guste, se quedará, en las buenas y en las malas, en las mejores y en las peores. Pero se quedará.
Y es que en realidad, sólo te conoces tú, por ello nadie podrá amarte tanto como tú mismo. Hay tantas cosas que la gente no sabe...te encantan los abrazos por la espalda, ¿y qué me dices de esos planes improvisados? ¿y de las tardes de película, sofá y manta?, ya no hablamos de los besos robados...porque en verdad, todos tenemos secretos gritados a voces.


viernes, 8 de enero de 2016

Es ella.

Es ella la que me despierta todas las mañanas con un beso de buenos días. Es ella la que me trae todos los días el desayuno a la cama. Es ella la que apaga el despertador todas las mañanas. Es ella la que me hace levantarme para ventilar el cuarto. Es ella la que antes de ir a trabajar me da un beso de despedida. Es ella a la que tanto echo de menos durante la mañana. Es ella a la que espero a comer. Es ella la que se enfada conmigo. Es ella la que hace que me muera de celos. Es ella la que me saca una sonrisa todos los días. Es ella la que siempre está. Es ella la que me hace feliz.
Ella aún no sabe todo esto, pero no se lo digas. Quiero que sea una sorpresa. Quiero que ella sea mi sorpresa todas las mañanas y sí, estoy seguro que llegará. Porque después de la tormenta siempre llega la calma y quiero que ella lo sea, quiero que sea mi todo y mi nada a la vez, porque no quiero nada pero lo quiero todo.